domingo, 11 de enero de 2009

Consejos Para Calmar la Ansiedad en el Embarazo...


Cuando estamos embarazadas es normal que las mujeres nos pongamos un tanto ansiosas aunque seamos una persona de lo más tranquila.
Los cambios que implica la maternidad, la preocupación por el desarrollo del bebé, la gran carga afectiva que llevamos dentro y preparar el hogar para la llegada del bebé son síntomas del famosamente conocido
síndrome del nido.
Nos da por hacer obras en casa, ordenarlo y reordenarlo todo una y otra vez, cambiar la decoración, mover muebles… En fin, una cantidad de cosas provocadas por la ansiedad, especialmente en la última parte del embarazo.


Pero el agobio y la ansiedad no son buenos compañeros en esta etapa, por lo que debemos procurar serenarnos y seguir algunos consejos como éstos para canalizarla lo mejor posible:
Hacer gimnasia: hay actividades físicas muy recomendables durante el embarazo como yoga o natación que te servirán para conectar con tu cuerpo y desconectar de la ansiedad.
No hacer nada: exactamente. Cuando te sientas muy ansiosa, tómate un tiempo para ti. Pon velitas, música y relájate practicando técnicas de respiración en el rincón favorito de tu casa.
Pasear: Dar largas caminatas es un ejercicio muy bueno. Te hará muy bien al cuerpo, además de distraerte.
Rodéate de afectos: habla de tus dudas y miedos con las personas que más cerca de ti están. Encuentra momentos especiales para disfrutar con tu pareja y hablar de lo que sienten.


* Síndrome del nido: Cuando una mujer está embarazada y se acercaba la fecha de parto estaba obsesionada con tener todo limpio, arreglado, en especial las cosas del futuro bebé. Tenía lo que se conoce como El Síndrome del Nido.
Esta curiosa conducta se caracteriza porque la mujer embarazada puede pasar largos ratos ordenando las cosas de sus otros hijos, limpiando la casa y lavando la ropa del bebé entre algunas tareas. Resulta frecuente en el tercer trimestre del embarazo.
Los expertos manejan varias hipótesis: es una forma de afrontar la angustia que sienten ante la inminente llegada del pequeño, o una manera de prepararse para el nacimiento relacionándose esta conducta con el deseo de control de la situación. Ambos comportamientos (moderadamente) dan una sensación de tranquilidad y confianza a la futura madre.


Lucía

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