lunes, 10 de noviembre de 2008

La Ansiedad y YO....


¡¡¡Saludos a todas las personas que leen este blog!!!!
He decidido contar mi historia personal antes de adjuntar otras que conozco, ya que tras dialogar con personas que han pasado por lo mismo que yo, he logrado reunir diferentes historias que pueden ayudar a cualquier otra persona que pase por este infierno que se conoce con el nombre de ansiedad generalizada.

"... Tras una época muy mala en casa... desperté un día, empapada en sudor, rara y un poco desconcertada. En un primer momento pensé – es probable que haya tenido una pesadilla, por eso me encuentro así- pero por desgracia para mí, NO, NO era una pesadilla... la pesadilla comenzaría en ese mismo momento. El día seguía transcurriendo y no encontraba mejoría: me sentía perdida, aturdida, acelerada... el corazón parecía latir a 100 por hora, el cuerpo parecía ir a cámara lenta, mi mente no se concentraba, sudaba... Me convencí a mí misma de que lo que me ocurría era algo que al día siguiente desaparecería, así que me lo tomé con filosofía. Ese día no salí de casa.

Pero al día siguiente, al despertar, estaba igual o peor aún. Me sentía desesperada, encadenada a no sé qué. Mal, muy mal. Así, fueron pasando los días: viví muchas sensaciones diferentes, sentí miedos que no llegaba a comprender; no podía dormir sola, comencé a temer a la oscuridad, el estómago me apretaba, me sacudía, la cabeza parecía desvariar, creía volverme loca... sentía que no me controlaba, que podría ser capaz de hacer alguna locura, me despertaba asustada, dormía acojonada. Hiper-desesperada, sin saber que hacer, hablé con mi madre. Gracias a Dios, ella me entendió rápidamente, y al haber pasado por lo mismo hace tiempo (gran detalle que desconocía hasta entonces) me dijo que lo me ocurría podía ser ANSIEDAD. Me desvelaba por las noches llorando, asfixiada, sin ganas de nada, vomitaba... no dormía, creía que moría en vida, las ilusiones se desvanecían, mi vida se torcía, mis ojos no brillaban, mi cuerpo se desplomaba... no podía estar en casa, no me sentía capacitada para salir a la calle, no tenía fuerzas para nada. Me fui de casa unos días, esperando que eso funcionara. Estuve con una amiga, en su casa, con sus padres, otro ambiente... pero no logré nada, todo parecía aumentar.

Ya no podía más. Tras un mes en ese infierno, abracé a mi madre y le pedí por favor que me llevara a un especialista en la materia, fue entonces cuando se abrió una nueva puerta que hasta entonces estuvo cerrada y parece que observé un rayo de luz lejano entre tanto oscuridad. Fue cuando estuve con Antonio Pérez, en su consulta, cuando supe que era lo que me ocurría: Ansiedad Generalizada. Recuerdo que me mostró un libro, que me explicó con detenimiento todo lo que necesitaba conocer.

No podía estar en casa, así que le dije a mis padres que me quería ir a vivir de alquiler... y me marché. Una casa nueva, una vida nueva, gente nueva... pero sin ilusión, todo oscuro, un sin-sentido diario, terror continuado, pavor irracional pero jodidamente molesto. No salía de casa, sólo dormía, me conectaba y me documentaba sobre lo que me ocurría, fumaba... fumaba y fumaba. Sentía que me abandonaba... me medicaba, fumaba, dormía. No salía, no hablaba. Completamente introvertida me asomaba al balcón mil veces al día, me movía por la casa, ese espacio que para mí era lo único que tenía: comencé a tener mil miedos, un terrible terror a salir a la calle (agorafobia), miedo a morir (tanatofobia), miedo a la oscuridad (nictofobia)... no me sentía, me extrañaba a mí misma, no me reconocía, creía no estar viva, no me sentía en ningún sitio (despersonalización)... y por último, desrealización: para mí, el peor de los sentimientos, mi gente se movía por mí, se preocupaba, cuando estaban conmigo... es como si no estuvieran, tal cual, sentía que eran imaginaciones mías, que me los inventaba... mi mente se volvió mi peor enemigo. El peor que nunca he tenido, me parecía imposible luchar contra ella. La relación con mi pareja fue empeorando, no me entendió... y también me abandonó, así que acabé con eso.
Cuando más hundida me encontraba, sin vida, sin fuerzas, sin ilusiones, con mil miedos, agobiada, asfixiada, enterrada en un sillón día tras día, soñando con ser la misma que era... llorando sin sentido, pensé que la fuerzas debía buscarlas yo... que las ilusiones debían estar a mi alcance y que los miedos podían irse por donde mismo habían venido... llevaba aproximadamente 4 meses así.

Desperté... comencé a salir, poco a poco. Daba vueltas por el edificio... sacaba a mi perrita, tan linda, que siempre estuvo conmigo. Empecé a llamar a la gente. Seguía igual. No me encontraba mejor... pero me armé de valor, y dije... tengo que lograrlo. ¿Miedo a conducir? Siiii, amaxofóbica total... pero me daba igual, podía pasarlo fatal.. pero debía hacerlo. 24 horas, 24 momentos infernales. Observaba a las personas por la calle y la mente empezaba a dar vueltas, muchas vueltas: ¿Realmente están ahí?, ¿son producto de mi imaginación?. Cuando me hablaban , era terrible... pensaba estar hablando sola. Pero da igual –me decía- hay que salir de esto. Cada vez salía más, y más y más. Ya la noche me relajaba, no parecía afectarme. Paulatinamente fui saliendo... aunque mi odisea duró 8 meses.
No hay palabras para expresar lo mal que se pasa... pero mi consejo para todas las personas que vivencian esta mierda es que sean fuertes, que se animen a sí mismos... salir, salir , salir, salir, salir, salir...
Un abrazo para todos!!
Lucía

4 comentarios:

Inocencia prohibida dijo...

Hola Lucía

Lo peor que tenemos en nuestro cuerpo es la cabeza, que esta fijo pensando. Por suerte o por desgracia sé de lo que hablas. Y mirando el lado positivo de las cosas, esta situación por la que has pasado y por la que sigues pasando hace que te conozcas más, te enriquece y te hace ser más fuerte para el futuro aunque a la vez te haga sentir tan vulnerable.

Ánimo.

Besos

Inocencia Prohibida

Anónimo dijo...

Saludos!
Gracias por tu blog.

Estoy viviendo casi todo lo que describes intensamente, hace casi 3 años.
No estoy animada a salir. Si por un día lo logro, me siento mejor.
Pero el lío es cómo repetirlo al día siguente, pues quedo devastada con el esfuerzo, agotadísima.

Amaxofobia es miedo a manejar?

Lara

Anónimo dijo...

hola lucia,se k este mensaje es algo viejo ya,pero me e sentido muy identificada con tus palabras. solo kien a pasado x ello sabe lo k se siente. a mi la ansiedad me esta provocando tmb miles de fobias sobre todo y la mas extraña y tonta el miedo a dormir(extraño verdad??),apenas sabia k eso existia,pero es generado tmb a mi gran tanatofobia. en fin,llevo asi 4 meses y perdi la ilusion por cada cosa k hago, me han pasado cosas k podian ser buenas si no estviera asi,xk apenas disfruto de las cosas. mi pareja tampoco me entiende, y me siento realmente sola e incomprendida. mi madre es kien me aguanta mis altibajos sobre todo mis noches horribles. no se k a generado todo esto,pero tngo miedo de no poder con ello. cada dia al acostarme pienso,mañana estaras mas descansada,pero x mucho k duerma m levanto igual de cansada,de pesada...y m desespero bastante. jamas pense k mi mente seria mi mayor enemigo,pero asi esta siendo. intento el salir,pero estoy tan cansada k... n tngo fuerzas, y encima m obsesiono mcho con las horas k kedan para acostarme y k kmenzara mi martirio(opte x n llevar reloj). yo creo k la simple idea de la noche,me aterroriza,xk se lo k me espera. muchas veces pense lo de cambir de vida pero creo k sin la ayuda de mi madre no seria capaz de superarlo. stoy en ayuda psicologica y espero k eso m ayude,xk kiero sacar todas estas cosas de mi mente ya. sueño cada dia con volver a ser esa xika alegre k e sido siempre,k no se donde kedo. a veces pienso,joder!! xk todo esto,todas esas tonterias?? no lo entiendo,pero ahi siguen esas ideas absurdas k invaden mi cabeza hasta casi explotar.
me alegra muchisimo el ver k as podido salr de esto,ojala lo consiga yo tmb, eres un gran ejemplo a seguir y muy fuerte de veras,xk es muy duro todo esto.
1 beso wapisima,pensare en tu historia para saber k se puede con esto, k yo podre,k esto no va a poder conmigo.

Daniel G. dijo...

Hola, realmente es muy antigua esta entrada pero no puedo evitar sentirme identificado con ella. Mi ansiedad generalizada nunca me llevo a extremos tan graves como los que describes, es solo una angustia que no se va nunca: como si tuviera un cuchillo clavado en el pecho que va y viene.
El problema es que llevo ya muchos años con esta sensación (probablemente desde mi niñez) sin haberme dado cuenta de lo que realmente era. Pero poco a poco con la ayuda de un especialista estoy luchando contra este terrible mal.
Muchas gracias Lucía por haber creado este blog (y en base a tu propia experiencia lo hace aún mas valioso) haces que uno no se sienta solo.
Realmente debes ser una persona muy especial.